"No sé en qué consiste que soy naturalmente curioso. Es un deseo de saberlo todo que nació conmigo, que siento bullir en todas mis venas, y que me obliga más de cuatro veces al día a meterme en rincones excusados por escuchar caprichos ajenos"

Mariano José De Larra

sábado, 19 de diciembre de 2009

¡¡¡MÚSICA!!!

En este entrada vais a poder disfrutar de algunas curiosidades del mundo de la música que quizá no sepáis.

Alaska ha trabajado en un total de cinco grupos, dos más de los que se cree popularmente (Kaka de Luxe, Alaska y los Pegamoides, Parálisis Permanente, Alaska y Dinarama y Fangoria), y sólo en la época de Dinarama se puede hablar de éxito de verdad (aparte de los pesaditos que te martillean con sus mp3 de lo mejor del pop). Puede que parte de la culpa la tenga el karma, al haber debutado con el single “Qué público más tonto”. Pues dado que fue un fracaso, tan tonto no era, no.

En 23 de las 35 canciones que David Bisbal lleva publicadas hasta el momento, se menciona la palabra “corazón”. Y eso que no canta boleros.


La conocida canción “Gato López” de Ska-p presenta a dicho personaje como un obrero proletario. Sin embargo, en la segunda estrofa se hace mención a que “le quita las pelas a los gatos bien” al grito de “venga el monedero”, por lo que al final no queda claro si finalmente el Gato López es un respetable obrero o un puto chorizo quinqui.

Entre las múltiples referencias que podemos encontrar en las canciones de Un Pingüino en mi Ascensor, predomina la televisión, con especial hincapié en el mundo de la publicidad. Paradójicamente, el fracaso de su disco “La Sangre y la Televisión” inició una etapa de bajón de nueve años, durante la cual sacó un único disco, titulado “En la Variedad está la Diversión” (una máxima que, según hemos visto más arriba, Bisbal no comparte), que fue prácticamente directo a cajones de saldo y estanterías de segunda mano.

“Pongamos que hablo de Madrid”, descrita por su autor Joaquín Sabina como “una historia de amor y odio a una ciudad invivible pero insustituíble”, vio alterada su última estrofa por obra y gracia de Antonio Flores, de modo que “cuando la muerte venga a visitarme, que me lleven al sur, donde nací. Aquí no queda sitio para nadie, pongamos que hablo de Madrid.” se convirtió de golpe y porrazo en “Cuando la muerte venga a visitarme, no me molestes, déjame dormir. Aquí he nacido, aquí quiero quedarme, pongamos que hablo de Madrid.” Sabina nació en Jaén, pero adoptó la versión de Antonio Flores porque en su momento fue mucho más popular. Inserte aquí su propio comentario referente a las drogas, y seguramente acertará.


Entre los famosos de medio pelo que intentaron abrirse camino en la industria musical española, nunca deberíamos olvidar a especímenes de la talla de María José Galera (“no lloréis, que me voy a casar con ella” – Gran Hermano), Julio José Iglesias, Antonio Hidalgo, la inmensa mayoría de participantes de Operación Triunfo de la primera edición (especialmente el tío aquel de la gorra y la barbita), y Pancho y Javi, de Verano Azul. Estos últimos son más recordados porque existen páginas como www.viruete.com .

Aunque el ansia de pureza y antigüedad que muchos de los autoproclamados fans de AC/DC los lleva a reivindicar la época de Bon Scott como claramente superior, la inmensa mayoría de canciones a las que suelen referirse son posteriores a la muerte de este. Las excepciones son T.N.T., Dirty Deeds Done Dirt Cheap, Whole Lotta Rosie y, por supuesto, Highway to Hell.

De cuantos detractores tuvieron los Hombres G, se encuentra en lo más alto el grupo Pabellón Psiquátrico, con su delirante canción “G de Gilipollas”. El vocalista, Juan Antonio Canta, nos legó años más tarde el cansino “Rap de los 40 Limones” (… y medio limón…) antes de ahorcarse. Con semejante carrerón musical, nadie se esperaba ese fin.

Desde que Marylin Manson dejó de estilarse en el panorama musical hispano, el único grupo musical que ha sido señalado por algún colectivo como “satánico” ha sido Las Ketchup, con su popular tema “Aserejé”. Ni siquiera Satán es inmune a la decadencia.

La mayoría de las canciones incluidas en el DVD La edad de oro del pop español corresponden a cantantes o grupos que tuvieron un sólo éxito. Algunos ejemplos claros son Semen Up ("Lo estás haciendo muy bien"), Pistones ("el Pistolero"), Zombies ("Groenlandia"), Polanski y el Ardor ("Ataque preventivo de la URSS"), Mamá ("Chicas de Colegio"), Ejecutivos Agresivos ("Mari Pili") y Farmacia de Guardia ("Ella es demoledora").

El Penta, mencionado en la canción “Chica de Ayer” de Nacha Pop, es un bar de copas que existe realmente, y donde suele ponerse ese tipo de música que tiene cabida en cualquier recopilatorio nostálgico-molongui. Precisamente es esta la canción que ponen antes de cerrar y echar a todo el mundo a la puta calle.

La canción que más gente se empeña en intentar cantar cuando suena en algún sitio, pese a no tener ni idea de la letra, se encuentra el clásico "We are the champions", tarareado en multitud de finales futbolísticas de gran envergadura. Es impagable ver a los jugadores en primer plano levantando el puño y moviendo la boca al buen tuntún, intentando que parezca que se la saben. El segundo lugar lo ocupa "We Will Rock You", donde “Arierican, werican, wenquéin” suele ser el intento más repetido.

Miguel Ríos, a quien el que suscribe guarda un cariño especial (por los cojones), comenzó su carrera con el nombre artístico Mike Rivers. El nombre de la estrella del rock interpretada por Val Kilmer en “Top Secret!” es ni más ni menos que Nick Rivers.

La autoría del himno “Sevilla tiene un color especial” se atribuye a Los del Río, quienes en realidad se limitaron a popularizarla. El verdadero autor de la canción que no puede faltar en las fiestas de trianeros descamisaos es César Cadaval, el heterosexual de Los Morancos (ya está bien de distinguir a la gente como “el gordo” o “el bajito”, joder).

Una de rimas forzadas. Los hermanos Cano están a la cabeza de esta clasificación según las encuestas, con ejemplos de indiscutible gloria como “Pachín pachín, canto una de Machín”, “a la luz del flexo nos damos un bexo”, “tonto el que no entienda, cuenta la leyenda…”, “porque en la caja de las fichas, para la reina soy el picha”, “y las noches que haya luna llená, será porque el niño esté de buenás”, “No hay marcha en Nueva York, y los jamones son de york”…, sin contar inexplicables tornasoladas como “magdalenas de sexo convexo”.

The Final Countdown no sólo es el único éxito real de Europe y una canción realmente sobrevalorada (tanto que el grupo tenía que tocarla dos veces en sus conciertos, ya que el público no sabía ninguna otra para pedir como bis), sino que fue elegida por Alianza Popular (los “aperos”, que años después se convertirían en “peperos”) para una de sus fallidas campañas electorales. Este año, el que suscribe ha tenido la ocasión de escuchar el anuncio radiofónico del partido falangista – te cagas -, que ha elegido como fondo musical de su discurso extremista nada menos que el tema principal de… ¡PIRATAS DEL CARIBE!


4 comentarios:

  1. en la musica hay gente muy buena y hay gente que realmente no vale pa na

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  2. En todas las disciplinas encontramos gente de todo tipo

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  3. Las Kepchup, ¡¡¡que recuerdos!!!

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  4. Y su Aserejé, ja, dejé. ¡Qué bellos tiempos!

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